Correr en círculos cuadrados triangularmente hexagonales a setecientosveintitrés kilómetros por segundo es más divertido de lo que piensas.
Incluso aunque tengas que estar
desenredándote las piernas cada dos por tres.

1 comentario:

Escribiendo en el Ártico dijo...

wooww!!
gran descubrimiento el mío en esta tarde de domingo.
Adoro tu blog =)