Las cicatrices son marcas de guerra que cuentan historias.
Los tatuajes explican razones ocultas que nunca se han confesado.
Y ambos convierten la piel en todo un libro lleno de secretos extraños.



Te quedas ahí parado, observándome todo el rato, como si
realmente pudieras verme, pero no me ves. No sabes cruzar más allá
de mi piel, de mis cicatrices, de mis tatuajes, de mis pecas y lunares y pendientes.
Te crees que eres un experto lector y que yo tengo una historia como cualquier otra que hayas descifrado.
Eres un iluso si crees que sabes tanto de mí como piensas.

2 comentarios:

Escribiendo en el Ártico dijo...

(Re)escribo: Me encantó especialmente. Es muy lindo encontrar a quien puedes ver más allá de los lunares.
:)

Ana Delgado dijo...

pasaba por aqui y me quede un ratito
fue muy agradable :)